Los siguientes son algunos de los comentarios que suelo recibir en las consultas:
- ¿Evidentemente no me quiere, porque si me quisiera actuaría diferente?.- ¿No nos entendemos?.
- ¿No le importa lo que yo quiero?.
- ¿No me valora?.
- ¿Nos interesan cosas diferentes?.
Una vez que analizo la Carta Natal de mi consultante o la de ambos miembros de la pareja y que me cuenta cómo vive lo que afirma, lo que generalmente aflora es la verdadera causa de sus quejas: falta de afinidad.
Tal como desarrollé en mi artículo Las tres claves de una buena relación de pareja, los tres pilares sobre los que tiene que basarse una buena relación, son Afinidad, Química y Compromiso. Y hoy nos ocuparemos del primero de esos pilares.
¿Qué es la afinidad en una pareja?: su capacidad de afinar armónicamente.
Imagina que dos músicos afinan diferentemente sus respectivos instrumentos. ¿Cómo podrían ejecutar una melodía armoniosa? Seguramente el resultado sería el ruido en vez de la música.Una pareja necesita afinar en cuatro grandes ámbitos: mental, corporal, conductual y espiritual.
En el ámbito mental, es necesario que posean una manera similar de pensar acerca de la realidad y similares sistemas de creencias.
En el ámbito corporal, es necesario que experimenten similares deseos de contacto o no contacto.
En el ámbito conductual, es necesario que compartan los gustos básicos.
En el ámbito espiritual, es necesario que detenten valores similares y un similar concepto de sus finalidades como Seres.
La ausencia de afinidad, hace que tendamos a asignar significados erróneos a lo que realmente es. Así, podemos pensar que la otra persona no nos ama cuando en realidad lo que sucede es que pensamos distinto, o sentimos distinto, o tenemos creencias distintas, o gustos distintos. Del mismo modo, podemos pensar que no nos valora o que no le importamos y ahí nos metemos en problemas porque vemos lo que no es.
¡Dos personas son afines cuando bailan la misma danza!
¿Y qué podemos hacer cuando nuestra pareja baila con pasos de salsa y nosotros con pasos de tango?: darnos la oportunidad y el tiempo para hacer lo posible para afinar armónicamente nuestros instrumentos y así lograr una bella molodía. Y para ello podemos recurrir a lo siguiente:
* La Carta Natal nos muestra lo que verdaderamente necesitamos, algo que a veces difiere de lo que estamos convencidos de necesitar. Todas las personas lo que esperamos del otro son actitudes que nos aporten alivio, que nos ayuden a sentirnos bien y a veces no tenemos suficientemente en cuenta que el otro es el otro, que no está en nuestra mente como para saber exactamente lo que necesitamos y que no tiene dotes de adivino.
Es nuestra responsabilidad volvernos conscientes de nuestras necesidades y comunicárselas con amor y casi siempre, el resultado es que cambia la energía en la relación y comenzamos a recibir lo que anhelamos. A toda costa, debemos evitar comunicar lo que esperamos, recurriendo a la crítica o el reproche porque con ello sólo lograremos que la otra parte adopte una postura de defensa/ataque.
* Tener en cuenta lo que necesita el otro. Si bien puede resultarnos difícil acceder a algunas cosas, en general sólo se tratará de poner buena voluntad, comprensión, tolerancia y, sobre todo, mucho amor. Y recuerda que amar incluye aceptar y honrar el como el otro es.
* Descubrir y sanar nuestras heridas. La mayor dificultad para sintonizar con nuestra pareja, radica en las heridas emocionales que tenemos a veces adormecidas pero siempre latentes y prontas a activarse cuando nos percibimos no queridos, no valorados, no tenidos en cuenta, rechazados o no aceptados. Nuestras heridas hacen que desarrollemos una sensibilidad extrema y al menor grano de sal que caiga sobre ellas ¡zas! a sumergirnos nuevamente en viejos dolores e inconscientemente asociamos las actitudes de la otra parte con algunas experiencias que vivimos en el pasado.
Es necesario estudiar en nuestra Carta Natal las circunstancias emocionales que rodearon a nuestro nacimiento (¿fuimos deseados, corrimos peligro, el parto fue dificultoso, el estado emocional de mamá era el adecuado?), los factores kármicos (las heridas que traemos de vidas pasadas y que nuestra Alma incluyó en la actual reencarnación con la finalidad amorosa de que dispongamos de una nueva oportunidad para ocuparnos y sanarlas), la relación con nuestros padres (¿recibimos aprobación y apoyo, nos demostraron su amor, tuvimos buenos modelos de lo masculino/femenino, tuvimos un buen ejemplo de la vida en pareja?).
Es conveniente también, dedicarnos a la Carta Natal del otro, pues él tiene su propia historia.
Hacer lo necesario para sanar nuestras heridas emocionales. En el Coaching Astrológico nos centramos en desarrollar una nueva forma de pensar y percibir lo que ha sucedido en el pasado y lo que sucede en nuestro presente. Mirar desde un nuevo ángulo produce ver diferente y ver diferente provoca nuevos estados emocionales.
Cuando dos personas logran afinidad, el Amor danza con ellos la más hermosa de las melodías: ¡la melodía de la Vida!
Si tu relación de pareja está en dificultades, enfréntate a esa terrible fuerza que es el impulso a tirar todo por la borda (y probablemente para comenzar en algún momento a vivir otra historia similar aunque con otro rostro) y date y dale una nueva oportunidad.
El Amor vale la pena. En realidad, es lo único que vale la pena.
Un abrazo,
Alberto Suarez
albertomsuarez@gmail.com
http://www.astrologias.com