Diosa Maat:
En el horóscopo egipcio, la Diosa Maat es la Diosa de la sabiduría, la justicia, la verdad, el equilibrio universal, la armonía de la naturaleza, la concordia entre los vivos, la piedad religiosa, las beneficiosas crecidas del Río Nilo, la verdad en el orden moral, la ley y el orden. Era hija de Ra y esposa de Thot. Su símbolo era una pluma de avestruz que se colocaba en el platillo opuesto a aquél en que se pesaban los corazones humanos en la sala del juicio de Osiris (o ceremonia de pesaje de corazones). Era representada en forma de una muchacha muy joven, de pie o sentada con pluma de avestruz en la cabeza, en los textos de las pirámides se ve representada como la hija bienamada y confidente de Ra.
Nacidos en Maat:
Los Hijos de la Diosa Maat, en el horóscopo egipcio, son símbolos de buena suerte, felicidad y jovialidad.
En el Antiguo Egipto, eran considerados muy rápidos, inteligentes y habilidosos. Se dice que los nacidos bajo este signo, son de buena inventiva, improvisadores y motivadores de los demás. Son oradores capaces de ganarse a cualquiera con su astucia y su encanto inigualables. Por ser de mente abierta, son listos, flexibles e innovadores; ellos son capaces de resolver difíciles problemas con facilidad y astucia. Una de las cualidades que más resalta, es, sin duda, la confianza, aunque sean dóciles o tímidos. El Maat es dueño de una fe inconmovible en sí mismo, rozando en el egocentrismo, pues puede olvidarse de los demás si estos no son parte directa de lo que él está haciendo. Nunca disimularía su orgullo ante su propia habilidad y logros: el mismo se aplaudirá, pues está seguro de que nadie hará lo que él hace. Realmente es de destacar la alegría infinita de vivir que posee el Maat, a pesar de que es víctima de la envidia, él no se hunde fácilmente.
Para los hijos de Maat, las normas fueron hechas para ser remplazadas, las marcas para ser superadas y los inventos para ser desplazados. El Maat es el perpetuo innovador, el empresario y rara vez se desanima ante un fracaso y no se deja impresionar por el éxito ajeno, pues él sabe que lo puede hacer mucho mejor.
Los hijos de Maat son buenos críticos y capaces de delimitar con facilidad donde esta el fallo y sugerir remedios factibles. Una persona de este Signo se especializa en ser agradable e indispensable, ateniéndose a la filosofía de “es mejor pensar hoy y pelear mañana”.
Con su realismo y habilidad, no vacilará en tomar el camino más fácil para huir de una trampa, si se ve acorralado puede ser inescrupuloso para tratar de zafarse, pero cuando le remuerde demasiado la conciencia, le dan ataques de generosidad.
Su planeta regente es Venus, el planeta del amor, el cual le dotará de un gran romanticismo e idealismo por la vida. Será una persona tranquila, suave, cálida y soñadora. Buscará el equilibrio y la armonía en cada lugar donde se encuentre teniendo la capacidad de llevar esas cualidades a donde esté. Su encanto personal le ayudará a conectarse fácilmente con la gente llegando a tener una vida social activa.
Los hijos de la Diosa Maat encontrarán más sentido compartiendo su vida con sus amistades y seres queridos que viviendo en la soledad. Poseerá un gran sentido de justicia y no soportará los malos tratos y la agresividad. Tendrá un gran sentido de la estética, el buen gusto y la belleza. Se preocupará por su imagen personal y la armonía en su entorno, llevándole a crear un ambiente refinado donde quiera que esté. Le encantará disfrutar de la buena vida y los placeres.
Para enamorarse buscará a la persona ideal, que reúna la mayor cantidad posible de cualidades personales. Deseará que sea fuerte, ambiciosa, sobresaliente y triunfadora. Tenderá a idealizar a cada persona que llegue a su vida y esto le conducirá a sufrir decepciones, especialmente cuando se haya enamorado y con el tiempo descubra las verdaderas facetas del otro/a. Será muy romántico/a y hábil para la seducción, estando siempre dispuesto a complacer y disfrutar de los momentos íntimos. Será cariñoso con su pareja y estará dispuesto a construir juntos un hogar armonioso.
Nacieron para cooperar, persuadir, mediar, conciliar diferentes asuntos y equilibrar las cosas a su alrededor. Podrá llevar la paz donde no exista. Su misión será ayudar a conseguir la paz y la armonía en el mundo, imponiendo orden y justicia. Podrá desarrollar sus condiciones artísticas y estéticas mostrándole al mundo los verdaderos colores de la vida.
Para evolucionar, su espíritu necesita superar las fuertes dudas que le acosan a la hora de decidir algo. Deberá ser más directo en sus opiniones, evitando callar en los momentos cruciales o aprendiendo a decir “no” en el momento adecuado. Necesita vencer su tendencia a la inercia y la dependencia afectiva.
Así son los hijos/hijas de la Diosa Maat en el horóscopo egipcio.