La vida es por excelencia dinámica y constantemente nos está estimulando con nuevas vivencias. Cuando estamos estructurados (siempre pensamos igual, sentimos igual, actuamos igual) se nos vuelve muy difícil el estar permeables a los cambios. Y nos convertimos en algo similar a la figura que decora esta nota.
Y entonces cambiamos de pareja y un buen día nos descubrimos repitiendo viejas conductas. Cambiamos de trabajo y un buen día nos descubrimos calcando anteriores comportamientos. Transcurren los años y nos convertimos en una copia fiel de como siempre fuimos.
Sin embargo necesitamos cambiar para poder experimentar nuevas vivencias, nuevas formas de ser nosotros mismos.
Y en esto como en tantas otras cosas, la Astrología es un auxiliar invalorable.
Cuando analizo una Carta Natal también observo los tránsitos planetarios. Se trata de los aparentes desplazamientos de los planetas alrededor de nuestra Carta y según el sector que recorren y según los aspectos -ángulos- que forman con las posiciones natales, deducimos acontecimientos y fechas de los mismos.
Y los tránsitos de Saturno son particularmente importantes porque al pasar por cada Casa o sector de la Carta Natal, nos indica qué área de nuestra vida está desestructurándose. Y mis consultantes pueden hacer una de dos cosas: se resisten a los cambios saturninos o los aceptan y facilitan.
Si se resisten, lo más probable es que vivan mal ese período porque los cambios ocurrirán de cualquier modo.
Si los aceptan y facilitan, seguramente aprenderán mucho sobre sí mismos y emergerán del período con recursos personales renovados.
María me consultaba frecuentemente y siempre el tema central era su dificultad para disfrutar de su sexualidad.
Yo había observado en su Carta Natal que debido al modelo de femineidad que encontró en su madre, ella vivía la sexualidad con una serie de creencias muy limitantes (el sexo es algo sucio, impuro, impropio de una mujer digna y otras lindeces por el estilo). Estas creencias se habían incrustado en su mente y hacían que María experimentara su sexualidad a través de una estructura fabricada por el miedo.
Ella estaba profundamente enamorada de su esposo y ansiaba vehementemente poder demostrarle su amor en forma integral ... pero no podía. Su forma estructurada de pensar sobre el sexo era un impedimento situado más allá de su control consciente.
A través de las consultas María fue "ablandando" su estructura. Mediante la observación profunda de su Carta Natal, la realización de diferentes ejercicios y la ayuda de las Flores de Bach (un recurso que utilizo habitualmente), ella fue gradualmente "dándose cuenta" de sus obstáculos internos y pudo acceder a nuevas formas de relacionarse y sentir la sexualidad. Y el punto decisivo fue cuando el planeta Saturno transitó por la ubicación del planeta Venus en su Carta. Fue algo mágico. Ella lo describió así: "tuve la sensación de que me desprendía de mi vieja piel y aparecía una nueva María". Y esta nueva María pudo experimentar el amor sin las limitaciones de sus antiguas creencias y la estructura que habían creado.
Pregúntate tú en qué áreas de tu vida estás estructurado/a
y qué consecuencias ello te ha provocado. Y luego trata de averiguar qué tránsitos está haciendo Saturno sobre tu Carta Natal. Te aseguro que comenzarás a comprender muchas cosas sobre ti mismo/a y podrás descubrir qué nuevas realidades te tiene reservadas tu destino.
Recuerdo unas palabras de H. Pradher: "llegar a ser uno mismo implica experimentar con nuevas formas de ser uno mismo". Y para eso, es imprescindible poder desestructurarnos porque toda estructura es en última instancia, un límite a la creatividad.
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