Tu vida es una calle flechada
Es perfectamente válido, comparar a tu vida con una calle que muestra un gran
cartel con una flecha señalando la dirección correcta para conducir. Fue tu Alma
quien colocó esa flecha, indicándote el mejor - aunque no necesariamente el más
fácil - camino para llegar a destino: tu felicidad.
La mayoría de nosotros ignoramos toda la cartelería y nos empeñamos en conducir
nuestras vidas por los peores senderos y chocando frecuentemente con otros
conductores. Como resultados, solemos cosechar una buena colección de heridas,
fracturas, golpes y sobre todo, un importante caudal de desánimo y
resentimiento.
Nuestras Almas nos muestran claramente las flechas y nos susurran "¡hacia allí!"
y nuestros egos instalados cuales pilotos en nuestras mentes nos gritan "no le
hagas caso y sigue el camino que yo te indico".
¿Y qué nos ocurre? ¡¡¡Nos multan!!!
Y se trata de multas que no podemos cancelar con nuestra tarjeta de crédito, ni
con dinero, ni con un cheque. Las pagamos con sufrimiento, desaliento,
depresión, tristeza, dolor y rabia.
Los susurros de tu Alma
¿Y cómo se las ingenia tu Alma para mostrarte la dirección correcta?: a través
de tus sentimientos y tu intuición.
Antes de tomar un camino erróneo (desde involucrarte sin Amor en una relación de
pareja, hasta aceptar un trabajo que no te satisface), tu intuición que es una
maravillosa vía de conocimiento te adelanta los resultados que cosecharás.
Luego de haber tomado un camino erróneo, tus sentimientos te impiden hacerte
el/la destraído/a y se empecinan en estar presentes. Y si tampoco les haces
caso, actúan sobre tu cuerpo y te conviertes en un muestrario de malestares,
dolores y enfermedades.
En cambio cuando tomas el camino adecuado, tu intuición lo "sabe" y tus
sentimientos son de alegría, serenidad, satisfacción y paz. Y por supuesto que
tu cuerpo funciona con total normalidad. ¿Alguna vez te percataste de que las
personas felices rara vez enferman?.
Las interferencias que dificultan que oigas a tu Alma
La cultura en que vivimos nos inculca desde pequeños determinados valores que
son, en realidad, auténticos antivalores (lo importante es competir y ser más
que el otro, para estar en una pareja no es imprescindible amar, no vales a
menos que alcances tal título o situación económica, aférrate a lo que tengas a
tu alcance porque los años pasan y algo es mejor que nada, etc.). Esas creencias
hacen que escuchemos mayoritariamente la voz de nuestro pequeño ego (nuestra
mente lógica, calculadora, controladora, agresiva y llena de miedo) y actúan
como ruidos que interfieren la escucha de la voz del Alma.
Otro factor muy importante que nos impele a no escuchar al Alma y a conducir
nuestra vida a contramano, es el miedo. Porque conducir/vivir en la dirección
correcta implica pagar costos y dichos costos nos causan miedo.
Quien se mantiene en una relación de pareja aún siendo consciente de que no es
lo adecuado, siente miedo a un futuro que imagina como un gran pozo de soledad.
Quien se aferra a una actividad laboral aún cuando se da cuenta de que está
autocondenándose a la frustración, siente miedo a no ser capaz de lograr una
situación mejor. Quien se mantiene anclado a una vida carente de vibración y que
es más bien un sobrevivir, siente miedo de no poder construírse una realidad
mejor.
Y a pesar de todo ello, el Alma continúa hablándonos y enviándonos señales. Y es
que ella sabe que el miedo es sólo un tigre de papel, una irrealidad que nos
empeñamos en percibir como real.
Vale la pena seguir la flecha
En los muchos años que llevo practicando la Astrología y el Coaching
Astrológico, he tenido el privilegio de ser testigo de cambios maravillosos. La
Carta Natal nos muestra con total precisión el camino correcto que el Alma
quiere que transitemos y cuando nos decidimos a hacerlo, "mágicamente" cambia
nuestra realidad y haciéndolo del modo adecuado los fantasmas del miedo quedan
atras definitivamente. Tú estás en esta vida con un propósito -dirección-
concreto y únicamente actuando de acuerdo a ese propósito conseguirás sentirte
en el estado de plenitud.
En este tema sólo tienes dos opciones: o vives en la dirección correcta o lo
haces a contramano. ¡Y las consecuencias son dramáticamente diferentes! Y no
importa si hasta hoy estuviste conduciendo en contra de la flecha indicadora y
recibiendo un montón de multas. Hoy es hoy y dispones en este mismo instante de
la preciosa oportunidad de tomar firmemente el volante y hacer un giro. ¿Y si lo
intentaras? Después de todo, lo que está en juego es nada menos que tu vida.
Si quieres opinar o preguntar sobre el tema de este artículo o sobre cualquier
otro, dispones del CONSULTORIO EN LÍNEA y para mi será un gusto responderte.
Un abrazo,
Alberto Suarez
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