21 de septiembre de 1992
Cataluña
20:00 aproximadamente
"Al principio éramos solo siete personas
-explica María-. Todos nos habíamos vestido con túnicas rojas. Estábamos en
una de las consultas de Isabel, en el piso superior del edificio. Nos colocamos
alrededor de una especie de mesa-altar y comenzamos a invocar a Asmodeo,
Leviatán, Belial y Trisaurus.
Recuerdo que invocamos mucho a Trisaurus. Isabel y
Joaquín eran los sacerdotes, y encendieron unas velas, perfumes e
inciensos. Y de pronto el marido de Isabel se unió a nosotros, trayendo un
bulto. Al principio yo pensé que sería un muñeco, hasta que lo destapó y vi que
era un bebe de pocos meses, de raza gitana. Joaquín se había masturbado
depositando su esperma en el cáliz, y luego Isabel hizo lo mismo. Recuerdo que
añadieron un líquido negro, yo creo que era ron. Joaquín violó al niño con la
mano, porque el sexo es el altar simbólico a Satán, pero en un bebe tan pequeño
solo puede hacerse con un dedo. Entonces le dieron el atamé (cuchillo
ritual) a Mary, y Mary fue la que lo hizo. Fue muy rápido. Le
clavó el cuchillo en el vientre y lo abrió... aquello era una carnicería. Se
introdujo la sangre en el cáliz y todos bebimos de él...".
Según este espeluznante testimonio el ritual concluiría cerrando los puntos
cardinales, como en muchos otros ritos mágicos. Cuando María salió del local el
cuerpo del niño continuaba en el altar.
Tras regresar a su casa, lejos ya de la influencia del grupo, María habría
comenzado a concienciarse de lo que había presenciado, y decidió abandonar la
secta. Pero eso no es tan fácil. En vista de que la joven adepta no daba señales
de vida en varias semanas, María comenzó a recibir una serie de llamadas de los
"compañeros" de logia, primero pidiendo, luego ordenando su regreso, y por
último amenazándola de muerte.
Desde entonces María vive presa del terror. Su padre, con lágrimas en los ojos,
me pedía que la ayudase. Mientras la interrogaba por tercera vez en su propia
casa, el teléfono no dejaba de sonar, pero cuando el padre de mi informante
descolgaba el auricular, nadie respondía al otro lado. Tras dos intentos de
homicidio que en su día denunció en las dependencias locales del Cuerpo Nacional
de Policía (dato que también pude comprobar), instaló un sistema de alarma en su
casa, contrató un guarda-espaldas y por fin, tras muchas dudas, acudió a un
investigador que había conocido años antes, yo, para hacerle depositario de este
relato. Un notario custodia mucha más información.
En caso de que María sufra algún "accidente" los nombres, lugares, direcciones,
etc, de todos los implicados saldrán a la luz. Mientras, el expediente sobre el
caso permanece en una carpeta con otros expedientes similares, que reflejan que
los más crueles relatos de ficción y terror no pueden superar a la realidad.
Mentes enfermas de monstruos sin alma que no dudan en arrancar una vida
inocente, en un sangriento culto ambicioso, absurdo y estéril. Para cualquier
investigador medianamente sensible la lucha contra esta forma de tinieblas,
aberrante barbarie, que nada tiene de esotérico ni mágico, es mucho más que un
reportaje. Es una cuestión exclusivamente personal.
Sacrificios de niños en Misas Negras A pesar de lo espantoso del caso no es la primera vez que nos encontrábamos ante casos de supuestos sacrificios de niños en ritos satánicos. - En 1989, durante la documentación de nuestro libro El Diablo: El Síndrome del Maligno, Gabriel Carrión entrevistó a Rafael Valera, sacerdote satánico que nos confesó que había presenciado el asesinato de un niño durante una Misa Negra en San Francisco (USA). Dos semanas después de concedernos la entrevista falleció en extrañas circunstancias. - En 1992 cuatro periodistas fuimos invitados a asistir a una Misa Negra en Alicante, celebrada por una logia de origen francés (que según creo ahora se encuentra en Argentina) donde nos advirtieron que un bebe sería sacrificado. La condición es que nos recogerían en cierto punto de Alicante y, con los ojos vendados, seríamos conducidos al lugar del ritual. Allí todos los asistentes permanecerían ocultos bajo las capuchas de sus túnicas menos nosotros cuatro. Las gestiones se interrumpieron y no asistimos al ritual ni pudimos denunciarlo a tiempo. - En 1993 el periodista Jimmy Jiménez Arnau confesaba ante las cámaras de TVG, en mi programa Mundo Misterioso, que él había presenciado el asesinato de un niño de pocos años en una fabela de Brasil, durante un ritual de Magia Negra. La directiva de TVG consideró que ese capítulo de mi serie era demasiado fuerte y prohibió su emisión. En todos estos casos las víctimas han sido menores asesinados con premeditación y alevosía en ritos mágicos. En otras ocasiones han sido adultos quienes han fallecido o sufrido agresiones por parte de psicópatas de ideología satanista. Mi propio padre, y yo mismo, sufrimos en su día sendas agresiones (en caso de mi padre con arma blanca) por parte de alguno de estos dementes, que se creen el brazo ejecutor del Diablo. |
Escrito por Manuel Carballal