Constantemente ocurren en nuestras vidas sucesos que nos hacen pensar que hay mensajes ocultos en ellos, muchas veces no logramos descifrarlos, otras tantas se quedan como simples presentimientos; sin embargo, Mharta, la protagonista de la historia que a continuación narraré, buscó en una experiencia el significado oculto, y para su fortuna lo encontró...
A finales del 2005 recibí una visita muy grata. Mharta hizo un viaje de 10 hrs. para platicar conmigo. Acostumbrados a platicar por largo rato, solíamos buscar en las cartas respuestas a sus conflictos de pareja o el trabajo artístico que realiza; sin embargo, en esta visita, el tema más importante fue el sentimiento de pérdida, ya que por primera vez en casi cinco años yo toqué el tema de su madre, la cuál había fallecido hace más de 20 años. El tiempo nos comía y no pudimos tratar demasiado los sentimientos que estaban relacionados con lo ocurrido hace tantos años. Sin embargo, días después nos daríamos cuenta que la vida la había mandado conmigo para prepararla en una experiencia que ha de cambiarle rotundamente esos mismos sentimientos.
Sin sospechar algo al respecto en años anteriores, Mharta recibió en completa sorpresa una herencia de su madre, el lote del cementerio que su madre misma había recibido de herencia poco tiempo antes de morir. Asustada, me consultó cuál era el significado que tenía este regalo, digno de una película de fantasmas que se aparecen a anunciar decesos inexorables; pero yo sólo tenía tiempo para consolarla, puesto que al otro día exhumarían los restos de su madre, su abuelo y su abuela para inhumarlos juntos en un mismo lote. Por el momento Mharta tuvo que vivir de un sólo golpe la muerte de tres seres amados, que han marcado su corazón con el destructivo sentimiento de soledad, de pérdida; de desesperada soledad por la pérdida. Un sentimiento que la hecho sentirse abandonada como una niña a la mitad de la carretera.
Mharta, ahora madura, dejando atrás esos años cuando niña esperaba en la sala de su casa a que llegara su padre y su tía de haber sepultado a su mamá, sin ni siquiera comprender el significado de la palabra ?muerte?, ahora Mharta con la experiencia que los años le han dejado, enfrentó ese sentimiento silencioso e inconsolable que le dejó una experiencia que debió fortalecerla, pero que nunca pudo asimilar.
Desde muchos puntos de vista es comprensible lo que ahora sentía. Lógico que esos sentimientos eran debido a que el fallecimiento sucedió de manera inesperada para todos, incluyendo a la propia fallecida.
Pero podemos decir esotéricamente hablando que cuando ocurre una muerte súbita, como es el caso de los accidentes, suicidios o asesinatos, el alma del difunto queda tan conmocionada que muchas veces deambula entre los vivos, y es sólo hasta que toma conciencia de lo que le ocurrió y vive el duelo de su propia muerte, que se aleja de la dimensión terrenal en espera de energetizarse para poder reencarnar. Este proceso es muy doloroso para el alma, pues sufre la pérdida de su cuerpo, y sufre aún más porque por lo regular dejó cosas inconclusas y no se preparó para dejar el plano material. Por ello Mharta y su familia vivían en zozobra, porque presentían el sufrimiento de su madre.
Por ello lo que para muchos este suceso podía ser algo que no requiere más explicación que un procedimiento burocrático. Para Mharta no lo era así, sus muertos regresaron y estaba decidida a enfrentarlos, por eso mismo le pregunté, mediante el Tarot, al hijo de los grandes transformadores, al señor de las puertas de la muerte, cuál era el mensaje oculto en esta experiencia. Como era de esperarse, teniendo confianza en el gran arquitecto, no se trataba de un anuncio de verdadera muerte como mal lo consideraba Mharta, sino todo lo contrario, el mensaje era de lo más claro y sencillo:
Ya no debían sufrir más, el proceso de la muerte terrena de su madre ya había sido completado y su alma, no sólo ya había rendido cuentas con las leyes del TODO, sino incluso ya había reencarnado otra vez. Por eso se exhumaron los cuerpos y volvieron con sus padres, esto es, regresaron con la familia de la que se separó. La madre de Mharta ahora está en el plano terreno, ya dejó de ser un alma dolida que deambula en busca de justicia y pronto se volverá a reunir con Mharta siendo otra persona, sus almas resolverán los conflictos que vivieron hace veintitantos años, para que puedan seguir evolucionando. Estando aquí el alma de la que fue la madre de Mharta, ese sentimiento de pérdida, empezará a desaparecer, porque ya está en el mismo plano que ella y así, ese sentimiento ya no retendrá más la energía de Mharta con lo que empezará a fluir hacia la propia realización. Sólo depende de ella el estancarse en una misma estructura de pensamiento, que sea un sabotaje a su propia libertad de decisión.
Creer en nuestras corazonadas puede decirnos más allá de lo que la lógica o el sentido común nos dice. Sólo es cuestión de escarbar y sacar a la luz los significados ocultos de nuestras experiencias. Siempre teniendo fe de que no son malos augurios, sino confiando de que el universo desea nuestra evolución, para lo que tenemos todas las leyes a favor. También es cierto que no es casualidad que en este año de la Balanza y la Espada también se le haga justicia a los muertos, incluso familias que por la muerte fueron separadas, aún después de muertos se reencuentran, pero no nos entusiasmemos en fantasías que sólo crean más dolor del que ya hemos vivido, el reencuentro siempre es a través de otro cuerpo, de otra forma física, esto es: mediante la reencarnación. No olvidemos que todos los dolores inexplicables, que son absurdos, que sólo hacen estancar el agua y volverla descompuesta, ahora se desatan. El máximo don de la justicia es la libertad. También este año será un año de la justa libertad más allá de la derrota. Tengámoslo presente.
Con cariño a las 3 Mhartas, a mi amiga y a las dos Mhartas que algún día fueron.
Recuerden que pueden escribirme a juancarlosd.aragon@hotmail.com Espero sus comentarios.