Todos necesitamos de ciertas estructuras físicas, emocionales y mentales para vivir. Las estructuras nos brindan una sensación de pertenencia, estabilidad y seguridad, sin la cual percibiríamos a nuestra vida como un desasosegante caos. ¿Cuál es el problema, entonces? El problema no radica en las estructuras, sino en nuestro apego a ellas.
La vida se caracteriza por el dinamismo y el cambio y eso lo sabían muy bien los antiguos maestros taoístas creadores del I'Ching, cuando afirmaban que "lo único que no muta, es que todo muta" o "lo único que no cambia, es que todo cambia".
Sin embargo y adoptando una postura a contramano en cuanto a cómo fluye la vida, muchas personas crean estructuras y funcionan desde ellas pretendiendo que permanezcan inmutables a través del tiempo. Y luego se sorprenden de experimentar creciente insatisfacción en algunas áreas de su existencia. ¡Y no se dan cuenta de que están aplicándole "respiración artificial" a estructuras que están queriendo desaparecer para dejar espacio a lo nuevo!
Así, durante años y años nos empecinamos en apegarnos a los mismos gustos, a las mismas formas de ser "nosotros mismos", a las mismas formas de vivir las relaciones, a los mismos objetivos de vida, a las mismas creencias, etc. Tal vez querido/a amigo/a, este sea también tu caso o el de alguien que conoces.
Y el aferrarnos a nuestras estructuras nos impide crecer y evolucionar, porque para crecer tenemos que estar dispuestos a despedirnos del estado anterior. Pero nuestra Alma -el verdadero piloto de nuestra vida- nos estimula a crecer a despecho de nuestros miedos y apegos. Y apela a dos formas de estimulación. Primeramente, nos hace experimentar sentimientos de insatisfacción en el área en la que necesitamos crecer y nos da la oportunidad de que voluntariamente elijamos renunciar a esa estructura y lanzarnos a la innovación. Si estamos demasiado aferrados y nos resistimos a soltar, el Alma crea alguna circunstancia externa que nos obliga al cambio. Recuerdo un caso en el que intervine hace varios años.
Un hombre -llamémosle Juan- me consultaba asiduamente. En cada consulta me comentaba lo insatisfecho que se sentía en su vida matrimonial y en cada consulta yo le hacía ver como en su Carta Natal se reflejaba la necesidad de un cambio. Juan le tenía un profundo miedo a la soledad y ese miedo hacía que se aferrara con uñas y dientes a una relación ya totalmente deteriorada. Yo le explicaba que su Alma quería que él se enfrentara a su soledad, como forma de sanar su miedo y poder plantearse la vida desde una actitud más plena y satisfactoria. Pero no hubo caso e incluso en algunas consultas se retiró bastante fastidiado con mi insistencia.
Un buen día, se sentó frente a mí y comenzó a llorar. ¿Imaginas qué había ocurrido? Su esposa se había enamorado de otro hombre y había dejado a Juan solo.
A partir de ese momento, Juan no tuvo otra alternativa más que crecer y cambiar sí o sí, quisiera o no quisiera y te aseguro que en los meses que siguieron experimentó un crecimiento milagroso. Hoy es un hombre felizmente casado nuevamente y viviendo una relación por amor y no por miedo. Cambió el "te amo porque te necesito" por el "te necesito porque te amo". ¡Y no fue precisamente un pequeño cambio!
Te invito a que te des cuenta de si en algún aspecto estás apegándote a una estructura, a que te des cuenta de cuál es el resultado de ese apego y a que te des cuenta del miedo que te está dificultando el cambio.
El cambio llegará de cualquier modo, con tu aceptación consciente o sin ella, con tu acuerdo o sin él, con tu colaboración o sin tu colaboración. Y puedo asegurarte que por mucho que ese cambio hoy te asuste, está destinado a enriquecer tu experiencia de vida.
La necesidad del cambio, el área del mismo, las resistencias que tú le opones y el tiempo en que se producirá, se reflejan en tu Carta Natal a través de los tránsitos -movimientos- del planeta Saturno.
De eso me ocuparé dentro de una semana en la segunda parte de este artículo.
¿Buscas Respuestas?
415.801.6767
May. 18 años. Tel Fijo sin coste adicional New York, USA.
¡Claridad, Confianza y Corazón!
¡Tu Futuro Empieza
con una Llamada!
Consulta tu horóscopo
Cada día nuestra experta astróloga, Naina, redacta tus predicciones para ayudarte.
