La Templanza: armonía entre los mundos psíquicos y material.

Cortesía de Amaya Rey

La Templanza es un naipe de armonía entre los mundos psíquicos y material. El colgado se encuentra suspendido entre los elementos, pero La Templanza tiene un pie en la tierra y otro en el agua. Une los elementos, los fuente naturalmente en uno solo un conjunto.

Vierte las esencias de la vida de un jarro al otro, significando la libre transferencia entre los elementales, la mezcla de fluidos. Permanece sobre una via hacia otros mundos.

La carta de la Templanza simboliza el equilibrio de los opuestos, la reunión del y la resolución de las contradicciones.
Sólo a través del armonía puede uno lograr un progreso espiritual.

Cuando las aguas del Nilo lleguan a los campos secos de la tierra, cada uno esteril será en sí mismo, juntos crearán la vida.
Tras la muerte del ego en el naipe anterior, la templanza colma el vacío. La consciencia y la subconciencia se encuentran ahora unidas, proporcionando una base firme para un progreso continuado.
En otro nivel, la templanza representa el paso del tiempo, que fluye liquido de la vasija del futuro a la del pasado.

Neftis fue la esposa de Set (a quien se contempla en la carta del diablo) y Madre de Anubis.

Interpretación del Arcano Mayor de la Templanza:

Curación. Angel guardián. Moderación. Equilibrio. Reciprocidad. Circulación interna. Harmonía.
Comunicación. Purificación del Alma. Mensajero de la gracia. Elixir de la vida. Ayuda divina. Flujo del pasado en el presente y hacia el futuro.
Medicina. Doble flujo de fuerzas vitales. Serenidad del espíritu. Equilibrio anímico. Poner el agua en el vino. aporta el don y la receptividad.

 

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